Encuadraremos este post como una reflexión del autor, ¿verdad? 😀

Recordemos y resumamos los tres posts anteriores, basados en cómo se organizan y desarrollan cinco encuentros sociales que, en mi opinión, son completamente nuevos, y que suelen ocurrir en las capitales vascas (no he conseguido otros ejemplos aún, y cuando eso ocurra tal vez deba escribir otro post recapitulatorio).

En el primero, vemos cómo es un evento «dospuntocerista», que divulga tecnología y lo hace a un nivel ciudadano, que logra depegar poco a poco y que concita interés y visitantes de fuera del País Vasco incluso. Se trata del BBT Gasteiz, en Vitoria, que sin querer vender nada, aspira a convertirse en una cita «sociotecnológica» en el País Vasco, un evento más a tener en cuenta, no puedo decir con pruebas pero sí sospecho que, dentro de un mercado naciente pero que ya está aquí. Un mercado donde la atención es la mercancía, y la presencia el premio.

En el segundo, tenemos dos encuentros que buscan la reflexión más allá de la tecnología, aunque se valgan de ella para la organización y la difusión. Uno, en Bilbao, busca recuperar el formato de la tertulia entre pocos y selectos invitados donde la tecnología, concretamente los blogs, sean un aglutinante, pero no tanto que inhiba a los reunidos, por lo cual nada se graba (¡deberíais abolir eso, por Tutatis!:D). Se trata de las «Tertulias Bilbainas» (sic), mientras que en San Sebastián, los Pintxos & Blogs buscan conformar una base para la difusión de la cultura y el comercio gastronómicos ofreciendo a la vez información y debate sobre diversos temas, con fuerte fundamentación local(ista). La tecnología invade todas las partes de estos eventos, pero de una forma bastante líquida, siendo la audiencia de los encuentros la que decide en el momento qué hacer (grabar o no, por ejemplo).

En el tercero, vemos a la vez el inicio de este aparente movimiento, con los Bilbao Blogs & Beers (líquido, autoorganizado, muy poco tecnológico, sin apenas infraestructura, casi totalmente volcado en el ocio, y sin ambiciones más allá de estimular el contacto social de quienes ya lo mantenían «virtualmente», lo cual es la base de todos los demás eventos «analizados»), y una de sus evoluciones más recientes, GetxoBlog (con multitud de eventos, encuentros, marchas, conferencias…, iniciado y propulsado por la poderosa influencia personal y social de Mikel Agirregabiria, que junto a colaboradores ha ido conformando una infraestructura por detrás capaz de una gran diversificación y un trabajo enorme, con el objetivo declarado de promocionar Guecho desde la web social, influyendo en el propio  municipio).

He dicho arriba que son encuentros totalmente nuevos. Veamos, ¿encuentros de hasta cien personas que no sean sindicales, partidistas, religiosos, o de una organización cerrada concreta, que se organicen porque sí, periódicamente y con la ayuda de la propia audiencia? Lo siento, pero no se me ocurre ninguno. ¿Y que además muevan a una fracción de la misma a desplazarse de una provincia a otra? Al menos aquí, en el País Vasco, creo que no se había dado algo igual.

Mucho se habla y escribe acerca de la influencia de los blogs, y sus primeras derivadas, las redes sociales telemáticas, a la hora de comunicarnos y compartir telemáticamente experiencias y pensamientos. Creo firmemente que la proliferación de estos encuentros, que en absoluto es exclusiva de la C.A.V., es sin embargo la forma más clara de visualizar los cambios, ya auténticamente sociales, que el hecho inicial de escribir en blogs, está provocando.

Se dirá que el total de personas que puedan mover esos cinco eventos mensuales, tal vez 200 – 250 en total, es demasiado pequeño como para poder hablar de «cambio social». Estoy de acuerdo, pero en absoluto digo que sea un cambio ya efectuado. Pienso que es un comienzo, y el ejemplo que podrían mirar grupos ya consolidados que quieran abrirse a la sociedad o darse a conocer.

Estos eventos constituyen, por otra parte, una buena plataforma promocional, en la que quizás no se consigan directamente muchas ventas, pero sí una buena promoción. Paradójicamente, esa promoción no será vía blog. Sorprende que sólo recientemente la mayoría de los eventos estén abriendo blogs y espacios propios, y lo cierto es que juntos no consiguen la «producción» de posts que un espectador iluso de lo 2.0 podría esperar. Pero la promoción que se consigue es una más clásica, la del «boca – a – oreja», y es que la red social personal de cada asistente es sin duda mejor que su red social telemática.

En resumidas cuentas, los blogs son sólo la excusa.

¿Y en cuanto al futuro? Después de más de tres años convocándose, el BBB podría ser un escenario posible para el resto, con una cierta apatía, altibajos en las personas participantes y alguna dependencia si hay una o varias personas concretas organizando. Otro posible escenario creo que se daría si un evento logra romper un cierto techo de participación, quizás en los 150 ó 200 participantes. Si todos han de venir de la «dos.cerosfera», le doy muy pocas probabilidades como escenario, pero en cualquier caso requeriría de una cierta institucionalización, y quizás sea el destino de los encuentros que ya la posean desde el inicio. El principal problema será el local, con lo cual su continuidad seguramente requerirá de una mayor relación con el sector público (o, en meses veraniegos, de prescindir de un local cerrado, y de hecho eso ya se está explorando, desde Pintxos & Blogs, por ejemplo). No es posible negar que esa institucionalización pudiera tener el precio de la politización, la cual, como la excesiva cercanía con los fines comerciales a los que estos encuentros pueden servir de plataforma, puede ser muy poco deseable para sus organizadores, aunque en mi opinión es sólo cuestión de tiempo que las blogosferas partidistas intenten algo en este campo. Personalmente creo que el ejemplo de GetxoBlogs y de Pintxos & Blogs, buscando la diversificación de formatos, es el escenario «ganador», y que si la audiencia y los ánimos de los organizadores no flaquean, podríamos pronto verlos como «franquicias» de eventos en San Sebastián y el Gran Bilbao: el prestigio personal de los organizadores y la fama de los eventos anteriores supondrán avales aceptables para muchos, codo con codo con la medalla de cosa «nueva» o «innovadora» y la atención creciente de medios de comunicación locales.

Evidentemente, la estadística y casuística que uno puede recoger con cinco ejemplos es relativamente pobre, de modo que estoy totalmente abierto a críticas de esta nota y, sobre todo, a personas que me quieran hacer llegar noticias sobre otros eventos similares que se den por España. Garantizo un post 😀

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